martes, 26 de julio de 2016

Una historia cualquiera





Nació un día cualquiera,
De hace tanto tiempo.
Y decía con su mirada:
“No importa cuánto,
Ni como
Lo que quiero es amor.”

Así pedían sus ojos negros y profundos,
Cuando la vi viniendo hacia mí

Amor, y más amor,
El amor es la cuna del mundo,
Su resurrección,
La única verdad de la raza.

Pedía amor,
Porque ella, era amor.

Y, sin embargo, el mundo,
De esas épocas,
No conocía de sueños,
De ilusiones,
Ni de esperanzas que brotan sinceras.

Murió,
Como todos,
Y desde entonces,
En su tumba,
Como en los cuentos de amor,
Brota el recuerdo de su genio,
Y la soledad del silencio.
  
—jnpd

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