A veces,
En días como estos,
Me sorprendo,
Y me sorprende el día,
Pensando.
Quizás, después de todo,
No soy tan bueno como creo.
Juzgar, se me da bien.
Pienso en el karma
Y en el maltrato infligido
A un animal,
En mi infancia.
Pienso que todos,
Después de todo,
Somos malos.
Ahora,
Mirando atrás,
Pienso en esos pobres gatos,
Torturados por mí.
En esos grillos enterrados sin piernas,
vivos.
La naturaleza humana,
A ella le voy a echar la culpa,
Es maldad por naturaleza.
Y pienso, también,
En echarle la culpa a mi mundo de
entonces.
La desintegración familiar,
El hambre, la necesidad.
¿Acaso un niño no tiene consciencia de
maldad?
Todo era diversión.
No puedo acusar al acusador.
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